lunes, 10 de agosto de 2015

GUACAMOLA

Con ese nombre es como nos presentaron este plato un día que salimos a comer fuera. Lo pedimos y nos encantó, ya que es otra forma de comer los nachos con guacamole y, además, sencillísima de preparar. Seguro que en la próxima reunión de amigos que tengáis quedáis muy bien si se lo presentáis.
Yo el guacamole lo compro fresco en el supermercado, me parece que está rico y ahorro un trabajo...
El jamón, puesto que no lleva mucha cantidad, es preferible que sea de buena calidad, siempre le dará un toque y sabor mucho mejor. Yo he utilizado jamón serrano gran reserva de REDONDO IGLESIAS, maestros del jamón desde 1920 y que han ido desarrollando su labor de generación en generación. Ofrecen una extensa gama de jamones y embutidos serranos e ibéricos elaborados de forma artesanal, pero con los últimos avances técnicos y garantizando la calidad constante, característica principal de sus productos. Pasaos por su web para conocer más sobre esta estupenda empresa y para poder comprar sus productos en su tienda on line.
Ingredientes:
-guacamole fresco (también podéis prepararlo vosotros si os apetece)
-una bolsa de nachos
-cebolla tierna
-tomates cherry (pueden ser normales, pero yo tenía de estos del campo de mi papi muy chiquititos)
-jamón serrano gran reserva loncheado REDONDO IGLESIAS
Preparación:
Picamos cebolleta muy pequeñita y lavamos y cortamos en trocitos los tomates.
En un plato o fuente colocamos el guacamole en el centro, en montañita. Ponemos por encima la cebolleta y los tomates y, como topping, el jamón serrano troceado.
Alrededor colocamos los nachos. 



 

¿A que tiene buena pinta? Cada comensal coge un nacho y con él, a modo de cuchara, se lleva un poco de la mezcla de guacamole, cebolla, tomate y jamón. Además de un picoteo divertido resulta muy rico. El jamón le da un punto buenísimo, sobre todo si es de gran calidad como el que yo he usado.



Tanto nos ha gustado, que a los pocos días preparamos otro plato, esta vez un poquito mayor porque éramos más, jajaja. No sobró nada...
Y, como era una cena de picoteo, para acompañar, nada mejor que unas rodajitas de salchichón y chorizo ibérico de bellota. ¡Qué ricas estaban acompañadas de unos trocitos de pan!





Otro día, para el aperitivo de la comida, preparé una tabla de ibéricos que duró un momento, fue vista y no vista, jajaja, porque todo estaba riquísimo. El chorizo y el salchichón ya lo habíamos probado cuando comimos la guacamola, pero el jamón ibérico nos pareció manjar de dioses, ¡¡Sabrosísimo, de empezar y no parar!! Seguro que os lo creéis, no tenéis nada más que ver la pinta y el color... Y la pena es que aquí no podéis notar como olía...





Por experiencia propia, muchas veces los productos envasados loncheados no están lo buenos que debieran cuando los abres. No es este el caso. El color, aroma y, sobre todo, el intenso sabor, no se ha perdido en ningún momento así es que os invito a que los probéis y lo comprobéis vosotros mismos.

2 comentarios:

  1. No conocia esta forma de comer los nachos y seguro estan deliciosos ,es una pena que no pueda comer aguacate no dudo ni un segundo esten de rexupete.
    Bicos mil y feliz finde wapa.

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